9/26/2010

Cortos, asi como las peliculas. Cortos


Encierro

Cada vez las paredes se hacen más pequeñas, cada vez las paredes se acercan más, cada vez mi circulo se convierte en cuadrado, y mi aire se hace irrespirable. La monotonía me acecha y me aterra y me presiona y me corroe.

La luz se hace más opaca, la oscuridad se ve más brillante y los sonidos se hacen más nítidos. No se puede escapar. No se puede, no se puede.

Vivo por que sí, nadando en esta tierra, caminando en este océano, corriendo por las nubes de mi imaginación desbordante. Tan amplia que me corrompe, y me atrae a sus fauces llenos de bifurcaciones que me enreda como un laberinto sin fin.

Finalmente el encierro se apodera de mí, me deja sin visión, sin aliento, sin vida.


Alone
Los sonidos que se escuchan a lo lejos, parecieran kilómetros y son con suerte centímetros, conversaciones interesantes (para los que las integran), música para el ambiente, risas de chistes que se procesan rápidamente para no quedar como un tarado que no entendió.

Cosas insignificantes que se sienten más insignificantes a lo lejos, o cerca, más cerca, más sólo y más triste.

Si la vida fuera más sociable, si la vida no se sintiera mejor encerrada, si la vida saliera y fuera feliz, talvez sería mejor, talvez sería un desastre, lo más probable, sería un desastre.


Music inspired
Despertaron luego de varias horas de un sueño profundo. Estaban solos, no sabían donde, no se veía nada, sólo unas ruinas a lo lejos.

Era un grupo, unas 4 o 5 personas, estaban solos, no había nada allí.
Caminan sin rumbo, no saben que hacer, caminan tratando de llegar a aquellas ruinas que habían visto, tal vez en ellas encuentren algo, o puedan protegerse de la noche que caerá pronto.

Se hace de noche, el cielo se tilda de negro y las estrellas comienzan a aparecer.

No saben que hacer, ni como esconderse de aquella noche oscura y helada que los acecha.
Tienen miedo. No pueden dormir, sienten cada ruido como si estuviese al lado.
Observan la inmensidad del lugar donde se encuentran, el vacío y la oscuridad sacan a flote sus peores miedos. De nada sirve hacerse en valiente en aquel terreno desolador.

Los animales de la noche los aterran. Tratan de alejarse, de tranquilizarse, de a poco, sus parpados se van cerrando, de a poco, pueden dormir y los sueños les dan esperanza de poder despertar en un mundo feliz, lleno de gente, el día soleado, niños riendo. Todo normal, tan lejos de aquel desierto polvoriento en el cual dormían.

Siguen inmersos en sus sueños, no quieren despertar, y así pasan los días, sumergidos en una falsa felicidad, imaginaria.
La música casi hipnótica de sus corazones, lentamente va cediendo, ya no suena tan armónica, y el ritmo va decayendo hasta llegar a nada.

No hay comentarios.: